Si estás pensando en cambiar la bañera por un plato de ducha y todavía no te has decidido, aquí te dejo unas cuantas razones para dar el paso:
- Ganar espacio: Cuando sustituimos la bañera por la ducha, además de ganar espacio en cuanto a movilidad, ya que no tenemos las paredes de la bañera, lo que ganamos sobretodo es espacio visual. Tendremos la sensación de haber ganado algún que otro metro cuadrado al baño, especialmente si la mampara que coloquemos es totalmente transparente.
- Si no disponemos de piezas de alicatado igual que el del resto del baño, no hay problema. Existen varias soluciones: una puede ser sustituir todo el alicatado de la zona de ducha, buscando un azulejo que combine con el que tenemos. Otra solución es aplacar las paredes con el mismo material que utilizamos en el plato de ducha. Actualmente existen muchos fabricantes que contemplan esta solución y suministran piezas para forrar las paredes hasta la altura que ocupaba la antigua bañera. Una solución algo más económica, pero menos bonita.
- El plato de ducha es ideal para personas mayores pero también para los que no somos tan mayores, ya que actualmente existen muchísimos platos de duchaantideslizantes. Son pocos los adultos que tienen tiempo de darse un baño relajante, y prefieren disfrutar de una reconfortante ducha, por lo que cuando en casa ya no tenemos niños pequeños pierde el sentido seguir conservando la bañera.
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