La tarima flotante sintética o laminada se compone de varias capas, normalmente son derivados de la madera, la capa 1, la que pisamos, es muy resistente a la abrasión y la que marca la clasificación para el tránsito que va soportar, la capa 2, un compuesto de resinas de melamina a alta presión, que lleva impreso un dibujo imitando a la madera u otros materiales como la piedra o cerámica. La 3, es un tablero MDF que en las buenas marcas suele ser hidrófugo y buena densidad. La capa 4, contrabalance que hace que la lama no se deforme.
El grosor de la lama suele ser entre 7 mm. y 12 mm., y la longitud varía en función de los modelos, pero suele estar entre 1280 mm. y 1350 mm.,con anchos de 150 mm. y 180 m.
Hay en el mercado una gran variedad de diseños y acabados, colores y texturas.
En los últimos años ha ganado mucha popularidad, por su sencillo mantenimiento, por su precio, más económicos a los materiales naturales y a la hora de su instalación, que es bastante más rápida que la tradicional.
La garantía por lo general abarca desde los 5 años hasta los 25 años. Está recomendada para zonas de alto tránsito en el hogar así como en comercios.
En relación a su comportamiento frente a la humedad, es mejor que la madera, aunque para zonas húmedas, como son la cocina y baño, se recomienda la tarima en PVC, ya que el material estándar no resiste bien el contacto prolongado con agua o humedad.
Es más dura que la madera y resiste mejor los arañazos y los tacones. Ofrece un mejor comportamiento a las manchas frente a los barnices de las tarimas de madera, aunque los de poliuretano de nueva generación están dando muy buenos resultados.
Ahora hablemos que nos dice la tarima a la hora de catalogarlas con la referencia AC.
Estas categorías son el resultado de un test de abrasión, donde una máquina somete al suelo a una serie de frotados con una rueda de papel de lija, hasta que el dibujo decorativo pierda su apariencia original.
Según el número de vueltas soportadas, la resistencia de la melamina o capa de uso es:
-AC-3 (más de 2.500 vueltas)
-AC-4 (más de 4.000 vueltas)
-AC-5 (más de 6.500 vueltas)
Aunque actualmente se clasifican por la clase de uso, no por resistencia AC ya que presta a confusión. Estas clasificaciones no tienen semejanza con las anteriores ya que no siguen un criterio de resistencia.
Lo que si tenemos que tener en cuenta que la resistencia AC este asociada a la clase de uso, para que exista coherencia y concordancia, pero no es condicional.
Las clasificaciones actuales usadas son:
-Clase 31 - para uso doméstico intensivo/comercial moderado.
-Clase 32 - para uso doméstico intensivo/comercial normal.
-Clase 33 - para uso doméstico intensivo/comercial intensivo.
-Clase 34 - para uso doméstico intensivo/industrial moderado.
El sistema de anclaje es otro punto que tenemos que tener en cuenta a la hora de comprar nuestra tarima ya que es el punto más débil del material. De la calidad del clic dependerá en mayor medida. el aspecto estético, ya que la juntas abiertas se aprecian con facilidad.
El grosor y tablero hidrófugo, son importantes para la estabilidad dimensional del material, así como su comportamiento frente a la humedad y agua. Es importante conocer la densidad del tablero.
Así que a la hora de adquirir una tarima, fíjese en el clic, que el tablero tenga una buena densidad y sea hidrófugo antes que la clasificación AC, porque ¿para qué queremos una tarima AC5 con un mal clic y tablero pobre?
Confié a la hora de la compra en las tiendas especializadas, allí encontrara profesionales que le aconsejaran la mejor relación calidad / precio acorde con sus necesidades.
Una vez tenido en cuenta todo lo descrito, compre y disfrute de la tarima flotante, no se arrepentirá por muchos años, ya que aporta ambiente acogedor y poco trabajo en su mantenimiento.