Utilizar la piedra natural en las fachadas de edificios suele asociarse a aquellos acabados que buscan un estilo rústico o artesanal, sin embargo las posibilidades de este material van mucho más allá. Como revestimiento, la piedra es ideal para proporcionar un inmejorable aislamiento que revertirá en un ahorro energético con el consecuente beneficio para el medio ambiente y reducción de coste económico.